sábado, 15 de octubre de 2011

Solo en Berlín / Hans Fallada



Cuando tuve conocimiento de esta novela supe que tenía que leerla. Me interesaba el tema que trataba y, puedo decir, después de leer sus 571 páginas, que no me ha defraudado.


Hans Fallada - Rudolf Ditzen (su verdadero nombre) - escribió esta obra en 1946. Un año antes, acabada la 2ª guerra mundial con la derrota de Alemania, el poeta y amigo de Fallada, Johannes Becher, le dió a éste un expediente de la Gestapo que había caído en sus manos. Es este frío documento se exponía la detención y ajusticiamiento de un matrimonio - Elise y Otto Hampel - que habían sido declarados culpables de un delito de alta traición contra Hitler y el Tercer Reich. Su delito: distribuir propaganda contra el Régimen nacionalsocialista.


Fallada se inspiró en este matrimonio modesto de trabajadores para pergueñar su novela. La escribió en 24 días y fue publicada en 1947, unos meses después de su muerte con el título "Todos morimos solos" (no sé porqué han cambiado el título en la traducción, pues considero que es más acertado el original).


Berlín, 1940. Cuando la cartera Eva Kluge llega a casa de los Quangel en el número 55 de la calle Jablonski, lleva consigo una carta que va a cambiar la vida de este matrimonio, ya cercano a la vejez. La carta es portadora de las peores noticias que podrían querer los Quangel: les anuncia que su único hijo, Otto, ha caído luchando en el frente de Francia.


Transida por el dolor, Anna Quangel expeta a su marido: "¡Tú y tu Führer!. Esa frase se le quedará grabada a Otto Quangel, ¡le afecta tanto!, él, que no es del Partido, vale, está afiliado al Frente del Trabajo, porque es obligatorio, y sí, han votado los dos al Partido, pero para no llamar la atención, para pasar desapercibidos. ¿Cómo le puede echar en cara eso de ¡Tú y tu Führer!?


A partir de aquí, Otto Quangel, jefe de taller de una fábrica, un hombre modesto, con apenas los estudios elementales, huraño, tacaño, frío, disciplinado hasta la obsesión, decide combatir a ese Führer y ese gobierno que les ha arrebatado a su hijo. Así se le ocurre, con la connivencia de su mujer después, escribir unas postales con soflamas contra Hitler y repartirlas por toda la ciudad. Su ingenua idea es que la gente cuando lea esas postales abrirá los ojos y verá la verdadera cara de ese gobierno brutal.

Junto con el matrimonio Quangel aparecen una serie de personajes secundarios que viven y sufren en Berlín: Trudel, la novia de "Ottito", que pertenece a una pequeña y clandestina célula comunista, que quiere, más que puede, combatir al nazismo. "No tendré hijos mientras no sepa con seguridad que no me lo van a matar de un tiro. Mientras cualquier general pueda decir ¡Marcha y revienta!" - dice Trudel; una anciana judía, que vive aterrorizada confinada en su piso; la familia Persicke, fanática, entregada ciegamente a su líder; Barkhausen, un delicuente de poca monta, chantajista, soplón, que no duda en utilizar a quién sea con tal de sacar tajada; los Kluge, ella, Eva, hastiada y cansada de tanta maldad, que no puede aceptar cómo su querido hijo es capaz de cometer las más deleznables acciones; él, Enno, un ser débil, vago, parásito que vive a costa de las mujeres... y por supuesto, la todopoderosa máquina represora del Estado - la Gestapo - con el comisario Escherich, obsesionado con desenmascarar al autor de esas postales y su cruel superior, el Obergruppenführer, bestias sin una pizca de humanidad, embrutecidos y sin ningún sentido de la piedad.
Toda esta galería de personajes, y alguno más, transitan por un Berlín en gris y negro (no hay cabida para el blanco). Una ciudad sumida en el miedo.


Primo Levi dijo de esta novela: "Quien lee este libro, comprende lo que era la Alemania de entonces" y "El mejor libro jamás escrito sobre la resistencia alemana".


En cuanto a la primera frase dicha por Levi, según mi opinión, uno de los aspectos más logrados de la novela es precisamente la descripción que hace el autor de esa Alemania de entonces: se percibe el ambiente asfixiante, delatorio y oscuro de la sociedad alemana. Un estado policial que vigila a sus ciudadanos. El miedo se huele, está metido en la piel de los personajes: el miedo a decir algo inapropiado, a expresarse libremente, a ser descubierto...


Hay una escena que lo describe muy bien: salón de baile El Eliseo, Trudel y sus compañeros se han reunido allí, civiles rodeados de gente del Partido: "Los escasos paisanos se perdían por completo entre ese gentío, resultaban insignificantes, aburridos entre tantos uniformes, al igual que el pueblo llano de fuera, en las calles y en las fábricas jamás había tenido importancia frente al Partido. El Partido lo era todo, y el pueblo, nada".


En cuanto a la segunda frase: no tengo conicimientos suficientes para refutar o confirmar tal sentencia.


La novela nos cuenta una historia dura, cruel, que sobrecoge; no podía ser de otra forma. Fallada sabe darle ritmo, interés a esta historia mezcla de novela de suspense, de novela social y novela histórica.
Como ya he dicho anteriormente, la novela se publicó en Alemania en 1947 pero omitiendo ciertas partes y todo un capítulo, el 17; una versión políticamente correcta que no quería herir susceptibilidades ante los recientes acontecimientos. Hace un par de años, varias editoriales publicaron la versión original (a la que se ha sumado la editorial Maeva). Esta versión incluye reflexiones del propio autor sobre esa época ominosa, un glosario de organizaciones nacionalsocialistas, un epílogo donde se cuenta la gestación de la novela y fotografías del matrimonio Hampel y varias de las postales que distribuyeron por Berlín.


Fallada escribió una novela, basada en hechos reales, sí, y teniendo en cuenta esto, considero que no es óbice para que no se considere fidedigno lo que cuenta. Él fue coetáneo de esos tiempos oscuros, por lo que sabía de lo que escribía.


"Solo en Berlín" o "Todos morimos solos" es un homenaje a todos esos alemanes anónimos que lucharon, como pudieron , contra el nazismo.

4 comentarios:

  1. Me gusta mucho esta temática, aunque suele ponerme triste o de mala leche jejej.
    Por lo que dices, creo que puede gustarme el libro =)

    Besotes

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  2. Sobre la segunda frase de Levi, no me suena ninguna novela sobre la resistencia alemana, lo único que me suena, y no es novela, es Valkyria.
    Pero una novela de un autor que vivió esa época y que encima hizo una muy buena novela, por lo que se puede ver en tu reseña, será muy difícil de encontrar.

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  3. Me ha gustado mucho la reseña. Me pondré con él prontito. Lo tengo en casa de hace tiempo...
    Besos,

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  4. Terminé esta novela hará apenas un par de semanas. Ha sido una lectura que se ha dilatado en el tiempo casi más de tres meses (más por una cuestión de cambios, que no por aborrecimiento del texto), pero es una novela que recomendaría sin lugar a dudas. Si analizamos los motivos que hacen al matrimonio Quangel luchar, veremos que son laxos, casi superfluos pero suponen un mínimo rayo de esperanza contra la maquinaria del Reich. La evolución de muchos personajes, el descubrimiento de la bajeza humana entre los afiliados al régimen, el miedo que empapa cualquier acto; todo ello, nos ambienta, casi aterradoramente, en una de las peores épocas de la historia mundial.

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